Descripción
El velón de oración a San Expedito sirve para aquellas ocasiones en las que nos vemos apurados y necesitamos conseguir dinero en los casos más urgentes o muy difíciles.
Es conocido como uno de los abogados de las causas imposibles junto con Santa Rita y San Judas Tadeo.
El velón de oración a San Expedito debe encenderse con mucha fe y ofreciendo una promesa que deberás de cumplir con devoción ante el favor que te concede el santo.
Reza su oración y espera con calma hasta que el Santo escuche tu deseo y lo cumpla.
También sirve para los temas relacionados con el trabajo.
Aquí te dejo la oración que tienes que recitar al encender el velón:
San Expedito bendito protector nuestro guerrero y mártir que ahora gozas del Paraíso Eterno, hoy me arrodillo ante ti para pedir tu asistencia, te reclamo con urgencia y fervor para que vengas en mi auxilio.
Las necesidades urgentes que hay en mi vida no me permiten el descanso vivo en estado de preocupación y de depresión continua.
Me siento solo y desesperado, el abatimiento me acompaña, el desconcierto me guía, y el sufrimiento se ha apoderado de mí.
Tú que eres el santo patrón de las causas justas y urgentes, ayúdame, santo glorioso, a levantarme.
Te pido que acudas presto y derrames sobre mí el valor, la energía, la esperanza, que alivies mis penurias y miserias, para que con tu mediación logre solucionar las angustiosas necesidades, los problemas económicos que me apremian y la ruina de la que no sé cómo puedo salir, te pido que con tu caridad me concedas
(Decir la petición deseada).
Ayúdame a utilizar mi coraje, a desarrollar mi fuerza y potenciar mi voluntad, para que la terrible situación por la que ahora estoy pasando, se resuelva pronto y todo quede en un recuerdo, que todo sea una experiencia que tuve que pasar para aprender y mejorar, y que solucionados los obstáculos se abran mis puertas a un futuro de éxito y prosperidad.
Glorioso San Expedito, oye mi suplica, te ruego atiendas mis ruegos con urgencia.
Gracias san Expedito, santo benevolente, pues sé que estas aquí conmigo, escuchándome, y que mi mejoría comenzará en este mismo momento, yo te lo agradeceré el resto de mi vida y llevare tu nombre al que lo precise.
Amén.