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 fases lunares
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Magia lunar por fases, ¿cómo aprovechar la maravillosa energía de la luna para nuestros rituales?

El sol nos ilumina durante el día y representa el principio masculino, la unidad y la regularidad en los ciclos, marcando con su paso, las estaciones. La luna​, la señora de la noche, el principio femenino, simboliza la irregularidad periódica y la multiplicidad, por sus continuos cambios.

Podemos ver los cambios de la luna: aparece, crece, alcanza su plenitud, decrece y vuelve a desaparecer. Esta característica dispar y variable se manifiesta claramente en las diferentes fases lunares que se relacionan directamente con los ritmos biológicos del hombre; el nacimiento, el crecimiento, la plenitud, el declive y la muerte.

Dentro del sistema de los ciclos planetarios, los más cortos son las lunaciones y todos los meses del año -aproximadamente cada 29,5 días- ocurre una lunación o punto de partida. Al final del año habrán ocurrido 13 lunaciones. La mayor parte de los calendarios de la antigüedad se basaron en ellas para medir el tiempo y son el origen de los meses.

Los ciclos lunares y su influencia energética

La luna nueva se produce en el instante exacto de la conjunción (cuando se encuentran a los mismos grados, minutos y segundos) del sol con la luna. En ese momento, el satélite no es visible en el cielo. En una fase llena, cuando se encuentra totalmente iluminada, están opuestos, es decir, exactamente enfrentados a 180º grados de distancia.

Generalmente las personas no conocen las fases de la luna y su importancia en el diario vivir.

El ciclo lunar constituye el modelo básico de todo ciclo planetario en donde con cada conjunción celeste algo nace, crece, llega a su plenitud, se corrompe y muere. La generación corresponde al ciclo creciente y la corrupción al decreciente; es por eso que, de un modo muy general, los primeros 14 días en que la luna crece son llamados la quincena “clara” y son aptos para comenzar todo tipo de actividad en la que se necesite hacer crecer, fomentar, agrandar, producir. La segunda mitad del ciclo lunar -a partir de la luna llena, desde donde comenzará a decrecer- es llamada la quincena “oscura” y va a ser apta para hacer cosas en dónde se necesite menguar, reducir, cortar o terminar.

Aprende las fases lunares

1 – La luna nueva

Comienzo del ciclo. Nuestro satélite se encuentra en conjunción con el sol y no queda iluminada ninguna parte visible para nosotros.

Es un momento favorable para el recogimiento, visión e inspiración de todo lo que se desee poner en marcha los próximos 28 días. Los encuentros amorosos suelen ser efímeros y los encuentros sociales parecen despertar la vanidad de los participantes. En la fase de luna nueva cada uno se enfoca en sí mismo (sin preocuparse de los deseos del otro ni de la realidad de la situación).

Es la mejor fase lunar para iniciar nuevos proyectos, para comenzar cualquier tipo de cura depurativa o aplicar un tratamiento a una planta enferma. También es la indicada para arar, podar, efectuar injertos o eliminar las hierbas parásitas. Es el momento ideal para la meditación y la introspección. Fase indicada para restablecerse y acumular energías. Ideal para atraer todo lo que pidamos ya sean rituales de amor, negocios, dinero, etc

2 – La luna creciente

Los rayos solares sólo iluminan una pequeña parte de la luna.

Es la fase lunar indicada para sembrar todo aquello que requiera una larga germinación. A medida que la luna va creciendo en luz, el organismo está más predispuesto a crecer y expandirse. La fase creciente ejerce una influencia positiva en todo aquello que puede desarrollarse y multiplicarse, desde las plantas al dinero. No son aconsejables, sin embargo, los encuentros sociales porque existe un exceso de impulso. Es tiempo adecuado para poner en marcha nuestro proyecto.

3 – El primer cuarto lunar

Al observar el cielo verás solo la mitad de la luna iluminada.

Buena fase para la productividad y la aceleración de los trabajos cotidianos. El criterio racional está en plena actividad; en esos días se es más objetivo.

Esta fase carga las relaciones de buena voluntad, nos vuelve constructivos. Las iniciativas de trabajo de todo tipo salen con ventaja, pero los encuentros sociales bajo esta luna con frecuencia se anulan en el último momento; aunque, si se realizan, suelen ser armoniosos. En relación con las actividades que están en proceso y andando, pueden surgir nuevos elementos o dificultades durante esta fase. Es tiempo de superarlos.

La luna creciente es favorable para introducir cambios en viejos hábitos, modos de pensar, actuar, sentir. Si deseas potenciar tu ritual, realizalo en esta fase, especialmente cuando la luna se encuentre transitando los signos de Tauro, Leo, Virgo o Capricornio.

4 – La luna gibosa

Es cuando el sol ilumina las tres cuartas partes de la cara lunar visible desde la Tierra.

Esta fase tiene lugar cuatro días antes de la luna llena; tiende a unir, a conectar, nos empuja a comunicarnos con los demás. Es un buen momento para relacionarnos porque creemos en los demás. Las relaciones durante esta fase se tiñen de esperanza; se tienen las ideas claras y las iniciativas de trabajo pueden tener óptimos resultados para quienes tengan una mentalidad realista. Fase lunar inspiradora para los artistas, siempre que no se pierdan en sueños y tengan energía para concretar sus ideas.

 

Ciclo de luna roja. Miranda Gray.   Según Miranda Gray, las 4 fases del ciclo menstrual y cómo usar esas energías a tu favor libro luna roja

 

5 – La luna llena

Al observar la luna en el cielo vemos el disco lunar en toda su plenitud reflejando la luz del sol.

Todo lo que fue estimulado en la luna nueva y realizado durante las fases crecientes llega aquí a su máximo desarrollo, sean sus resultados positivos o negativos. Durante esta fase se siente más la necesidad de expansión social o mental, tiende a estar marcada por un gran movimiento, excitación y expansión de las masas en general. Las personas son más receptivas; las relaciones sociales, más favorables.

La luna, llena de luz, inquieta los ánimos; la razón pierde terreno y se desatan las emociones. Por eso es un período muy propicio para la creatividad, para las citas románticas y para recoger los frutos de todo lo hecho a lo largo del ciclo. Se está más eufórico y surgen situaciones con personas que traen respuestas o soluciones a los problemas. Las iniciativas de trabajo reciben ayuda. Uno se divierte al máximo en las reuniones de plenilunio.

Pero la luna llena también tiene fama de incitar a la violencia, aumentan los incidentes y los delitos de raíz emocional. El organismo tiende a alterarse con más facilidad; las jaquecas y migrañas son típicas de esta fase. Si querés que algo sea divulgado, comentado, difundido, este es el momento, preferentemente, unas horas antes de la oposición exacta. No es buena idea someterse a una cirugía durante esta fase, el riesgo de la hemorragia es mayor. La luna llena es ideal para recolectar plantas medicinales o frutos, especialmente, de madrugada.

6 – La luna menguante

La luna está iluminada casi completamente, pero no toda, le falta una pequeña parte.

En esta fase va disminuyendo la energía y se carga de agresividad la atmósfera entre las personas. Estos días se subraya el componente de la resistencia. Buscar trabajo en estos días es desaconsejable y las iniciativas tomadas por estas fechas difícilmente logran resultados positivos. No se encuentra colaboración, se tropieza con obstáculos.

Ideal para realizar nuestras limpiezas, y rituales para alejar energías negativas.

7 – La luna en el último cuarto menguante

Se ve iluminada la mitad de la cara lunar visible desde la Tierra.

Es el período adecuado para la introspección. Durante estos días el tímido puede sentirse rebelde, el hombre de ciencia encuentra una nueva fórmula y el poeta vibra con sensaciones. Los encuentros sociales resultan con frecuencia aburridos, las charlas girarán en torno a temas difíciles, se discute y se critica. Por eso es preferible quedarse en casa, pasar estos días con un libro, con buena música y con nosotros mismos.

8 – La luna menguante (balsámica)

Cierra el ciclo lunar. También conocida como luna balsámica, o luna vieja, es favorable para el descanso. Mientras la luna decrece en luz, el cuerpo también tiene tendencia a desprenderse de todo lo que sobra: es más fácil eliminar líquidos, grasas y toxinas, por lo que es buen período lunar para comenzar una dieta para adelgazar o una cura de desintoxicación y limpieza. Esto aplica a todos los niveles: la casa, los archivos de Internet, las emociones negativas, etc.

No es tiempo de iniciar nada. El ciclo se cierra y, al mismo tiempo, se prepara para un nuevo cúmulo de experiencias. Los proyectos que están andando deben ser concluidos; de lo contrario, tienen riesgo a dispersarse.

Cada periodo que se inicia con la luna nueva tiene ciertas connotaciones sobre el estado psíquico-emotivo de la persona, haciendo que se sienta motivada, inclinada o influenciada hacia asuntos relacionados con la casa y signo astrológico en que se produce la lunación. La lunación no necesariamente deberá ir acompañada de hechos significativos o de cierta trascendencia, sino que mayormente suele incidir en tendencias, pensamientos, planes, pequeñas acciones o hechos sobre ciertos asuntos que pueden requerir más atención que otros durante el periodo de la lunación.

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