Descripción
La estatua del Niño Jesús de Praga tiene más de 400 años de antigüedad. Representa la encarnación de Dios, la infancia espiritual y la dignidad de Cristo, así como nuestra propia humanidad. La imagen, elaborada en cera, ha sido objeto de grandísima devoción hasta el momento presente, en que sigue recibiendo las peticiones de los fieles, teniendo una muy extendida fama de milagrosa.
Se cree que la imagen fue esculpida en España en el siglo XVI, y que pasaba de padres a hijos varones de la familia de los Condes de Treviño y Duques de Nájera (Manrique de Lara). María Manrique de Lara, casada con el canciller del reino de Bohemia Vratislav von Pernstein, debió de llevar la imagen a Praga.
Fernando II, Emperador de Alemania, para manifestar su gratitud a Dios por la victoria alcanzada en la batalla de la Montaña Blanca, fundó en 1620, en la ciudad de Praga, un convento de Padres Carmelitas.
La imagen fue regalada en 1628 a los carmelitas descalzos que regentaban el convento (actualmente la Iglesia de la Virgen de la Victoria), por la princesa Polixena Pernstein, casada con el canciller del reino de Bohemia Sdenco Adalberto Popel von Lobcowicz. Ella a su vez había recibido la imagen como regalo de bodas de su madre, Doña María Manrique de Lara.
Durante el siglo XVII, sufrió diversos avatares, en el trascurso de los saqueos de Praga por tropas sajonas y durante la invasión sueca, en el trascurso de los cuales perdió los brazos, que hubieron de ser reemplazados por otros. La devoción a esta figura fue difundida en España y por todo el mundo por la orden de los Carmelitas.
Divino niño Jesús de Praga
La imagen del Divino niño Jesús de Praga también ha recibido varias distinciones papales, entre ellas; el Papa León XIII, instituyó la Congregación del Niño de Jesús de Praga en 1896, el Papa San Pío X, organizó la Cofradía del Niño Jesús de Praga en 1913, y más recientemente, el Papa Benedicto XVI, donó una corona de oro a la imagen durante su visita apostólica a la República Checa en septiembre de 2009.
La Fiesta del Niño Jesús de Praga se celebra actualmente el primer domingo del mes de junio, y su imagen, se venera en un rico retablo dorado en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y San Antonio de Padua, no muy lejos de la Catedral de Praga.
En la iglesia también se encuentra el Museo del Niño Jesús de Praga, en donde se exponen todas sus alhajas y sobre todo, sus mantos con trajes de diferentes colores litúrgicos, que cada cierto tiempo le son cambiados a la imagen.
Leyendas piadosas sostienen que la imagen del Santo Niño de Praga una vez perteneció a Santa Teresa de Jesús y es considerada una imagen milagrosa, especialmente entre las mujeres embarazadas.
Medida: 12cm
Material: Resina