De entre las terapias holísticas más extendidas destaca la aromaterapia. Una disciplina que se basa en el uso de aceites obtenidos de plantas llamados aceites esenciales. La aromaterapia es una de las ramas de la fitoterapia ya que los aceites esenciales se obtienen de elementos vegetales: plantas, cortezas, hierbas y flores. Ambas terapias usan plantas y hierbas medicinales con fines curativos. Para prevenir, tratar o curar diferentes trastornos de salud.
La aromaterapia es muy efectiva para aliviar dolencias físicas y psicológicas. Levanta el ánimo y equilibra las emociones. Para ello, se usan multitud de aceites esenciales que se frotan en la piel, se inhalan, se ingieren o se añaden al baño. La facilidad de absorción de la piel y la rapidez de la inhalación permiten que los componentes activos de estos aceites penetren en el organismo. Así, la mejoría es más rápida que con medicamentos tradicionales. Además, actúan globalmente, sobre la circulación, los tejidos, los órganos, etc. Aliviando los síntomas de diversas dolencias tanto físicas como psicológicas.
El químico francés René Maurice Gattefosé acuñó el término aromaterapia en 1935 pero esta disciplina se practica desde la Antigüedad. Así, en el Antiguo Egipto se preparaban aceites esenciales para usarlos en medicina, cosmética, baños, y armonizar los templos. Los egipcios iniciaron el arte de extraer las esencias de las plantas calentándolas en recipientes de arcilla. Pero fueron los alquimistas griegos quienes inventaron la destilación para obtener aceites esenciales. La escuela de aromaterapia más antigua que se conoce estaba en la España hispano-árabe en los siglos IX, X y XI. En ese tiempo convivían en España árabes, judíos y cristianos, por lo que no es atrevido pensar que las raíces de la perfumería y la cosmética europea están en España.
Métodos para aplicar los aceites esenciales
No existen evidencias científicas de que la aromaterapia sea beneficiosa para el hombre, pero cada vez se utiliza más como complemento de la medicina tradicional. Esta terapia holística no reemplaza en ningún caso a la medicina tradicional. Sólo la acompaña y hace que sus efectos sean más rápidos y duraderos. Su verdadero poder reside en que elimina los efectos desagradables o tóxicos de los tratamientos alopáticos.
Los tratamientos de aromaterapia pueden aplicarse a través de diferentes vías. Así algunos aceites esenciales son más efectivos si se inhalan. Para ello se aplican unas gotas de aceite esencial en un pañuelo y se acerca a la nariz. También puede añadirse un poco de aceite a un tazón con agua caliente y utilizarse como un tratamiento de vapor. En algunas ocasiones se usan difusores. Funcionan añadiendo unas pocas gotas del aceite seleccionado en la parte superior del difusor. Estas técnicas se aconsejan para los trastornos respiratorios.
Para aliviar dolores y afecciones de la piel los aceites esenciales se aplican a través de masajes. Para ello estos aceites deben ser diluidos en una loción o aceite vegetal para evitar una reacción alérgica. Lo normal es diluir un 2 al 10% del aceite esencial en la loción. Sin embargo, algunos aceites pueden ser utilizados en concentraciones más altas, y otros deben diluirse aún más para un uso seguro y eficaz. El método más sencillo para aplicar la aromaterapia es a través de baños aromáticos. Un baño con agua tibia que contengan aceites esenciales tiene un efecto relajante. El agua debe estar tibia y nunca caliente para frenar la rápida evaporación del aceite.
Algunos aceites esenciales pueden ser consumidos en forma de tinturas o infusiones. Al tratarse de un método que requiere la ingestión del aceite es necesario usarlo solo bajo supervisión médica.
Beneficios de la aromaterapia
La aromaterapia es muy apreciada para complementar a la medicina tradicional. Son numerosas sus propiedades analgésicas, antibióticas, antisépticas, astringentes, sedantes, expectorantes y diuréticas. Con aromaterapia se pueden tratar una amplia gama de síntomas. Por ejemplo, malestares gastrointestinales, dolor menstrual y sus irregularidades. Además de trastornos provocados por el estrés, por el estado de ánimo, problemas circulatorios o infecciones respiratorias.
También pueden ser muy efectivos para aliviar síntomas de infecciones comunes como resfriados y gripes. Además de estos beneficios físicos, la aromaterapia también ofrece beneficios psicológicos. La volatilidad de algunos aceite tiene un efecto calmante que facilita la relajación. Determinadas fragancias tienen efecto sobre el estado mental de quien las utiliza. Por ejemplo, el jazmín y el neroli alivian la depresión, la mejorana calma la ansiedad y la menta aumenta la capacidad de concentración mental.
Es extremadamente improbable que la aromaterapia cure enfermedades graves. Por ello no se recomienda que se sustituya la medicina convencional por esta terapia. Sin embargo, puede usarse para aliviar el estrés psicológico experimentado por las personas que sufren de una patología grave. Así alivian el insomnio, la ansiedad y la tos nerviosa. También algunas infecciones de la piel como el acné o la psoriasis. También mejora el estado de la piel cuando hay cicatrices. Dolores reumáticos, musculares, neurológicos o los provocados por la quimioterapia.
Algunos aceites esenciales
Hay casi tantos aceites esenciales como plantas en la naturaleza. Te dejo a continuación unos cuantos aceites con la dolencia que alivian.
Si tienes acidez de estómago puedes usar camomila, lavanda, melisa o romero. Para tratar el acné se usan aceite esencial de camomila, salvia, violeta o caléndula. La ansiedad y la depresión se tratan con albahaca, bergamota, jazmín, vainilla, rosa o cedro. Y para los trastornos respiratorios el eucalipto, romero, lavanda o pino.
Contraindicaciones de la aromaterapia
Pese a que la aromaterapia es una técnica bastante inocua no está libre de contraindicaciones. Debido a la alta concentración de los aceites esenciales, es conveniente tener en cuenta una serie de precauciones a la hora de usarlos. Así, estos aceites no deben aplicarse en estado puro sobre la piel, ya que pueden producir quemaduras. Es necesario diluirlos en agua o en aceites base. Tampoco deben entrar en contacto con los ojos y la boca.
Es importante ponerse siempre en manos de especialistas, que dominen la técnica y sepan qué aceites son los más apropiados para tratar tu afección. Ellos, antes de aplicar un aceite, se asegurarán de que no te produzcan una reacción alérgica. De la misma manera debes informar al terapeuta de cualquier enfermedad que padezcas, alergias o si estás siguiendo un tratamiento médico.
Los niños y las mujeres embarazadas sólo deben utilizar la aromaterapia bajo supervisión médica. En estos casos, se debe informar al médico de cabecera para que te informe de si su uso es seguro para ti o para tus hijos. Las personas con patologías del aparato respiratorio, como asma o enfermedades pulmonares crónicas también deben consultar al médico sobre la conveniencia de usar aromaterapia.